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El 8 de mayo se conmemora el Día Mundial de Cáncer de Ovario. Este tipo de cáncer representa el 4-5% de tumores femeninos y se estiman 205.000 nuevos casos cada año a nivel mundial. La tasa mundial en España también es alta, donde el número de casos es de 3.645, posicionándolo como el octavo más frecuente entre las mujeres durante el 2020. (Datos AECC, SEOM y American institute for cancer research)
Algunas de las consecuencias más comunes son (Fuente: SEOM):
- Distensión abdominal progresiva.
- Sensación repetida y persistente de plenitud con la comida, incluso con pequeñas cantidades.
- Molestias pélvicas y/o abdominales que persisten y no tienen una explicación lógica.
- Molestias al orinar y/o hacer deposición que persisten y no se explican por otras causas.
- Sangrado vaginal inapropiado
El cáncer de ovario engloba tumores producidos tanto en el ovario como en las trompas de Falopio. Su sintomatología, en ocasiones se puede confundir con otras enfermedades benignas o menos graves. También la probabilidad de presentar síntomas aumenta a tenor se propaga la enfermedad, lo que dificulta su diagnóstico temprano y por tanto reduce las opciones de tratamiento. Sin embargo, puesto que su tasa de supervivencia es la más baja de todos los cánceres ginecológicos, su detección precoz es fundamental para aumentar la probabilidad de tratarse con buenos resultados.
Al igual que el resto de tumores, se originan como consecuencia de alteraciones genéticas que causan una multiplicación descontrolada de las células de un tejido afectando al correcto funcionamiento de los órganos que invade. Para que este proceso se desencadene tienen que intervenir tanto factores de tipo genético como ambientales y, a pesar de que la mayoría se estima que son esporádicos, Al menos 1 de cada 4 carcinomas de ovario se origina en el contexto de una predisposición heredable al desarrollo de cáncer. (Fuente: SEOM)
Las alteraciones genéticas más comunes se encuentran en los genes BRCA1 y BRCA2, pero algunos cánceres de ovario están relacionados con mutaciones en otros genes, como ATM, BRIP1, RAD51C/RAD51D, MSH2, MLH1, MSH6 o PMS6. (Fuente: American cancer society)
El 100% de las pacientes con cáncer de ovario deben ir a una consulta de genética clínica
Los estudios genéticos tienen como finalidad confirmar o descartar la presencia de estas mutaciones genéticas hereditarias que aumentan el riesgo, respecto a la población general, de sufrir un cáncer y tomar las medidas preventivas adecuadas en las mujeres portadoras, para evitar desarrollar la enfermedad o diagnosticarla precozmente.
Si te encuentras en alguna de estas situaciones y necesitas una Consulta de Genética Clínica puedes contactar nosotros (985 250 300 – Ext. 700)
En el IMOMA, su genetista le propondrá pruebas para conocer su predisposición y la de su familia al cáncer de Ovario. Por ejemplo, los “paneles Multicancer” o la prueba MyBRCA® para el diagnóstico genético del síndrome de cáncer de mama-ovario familiar asociado a mutaciones en BRCA1 o BRCA2 (490€).