La radiación puede ser administrada como único tratamiento o asociada a otras modalidades terapéuticas como la cirugía o la quimioterapia. De hecho, se sabe que ciertos medicamentos son radiosensibilizantes. Es decir, pueden hacer que las células malignas sean más sensibles a la radiación, facilitando su destrucción.
La radioterapia es un elemento fundamental en el tratamiento del:
La radioterapia es un tratamiento de aplicación local, el cual sólo afecta la parte del cuerpo tratada. El objetivo del tratamiento radioterápico es destruir el mayor número de células malignas con el menor daño posible al tejido sano próximo. Siguiendo la filosofía del IMOMA de ofrecer un tratamiento integral y de calidad al paciente oncológico, el Servicio de Oncología Radioterápica cuenta con el mejor acelerador lineal disponible. La elevada precisión del TrueBeamTM STx powered by Novalis® permite mimimizar la radiación recibida por los tejidos que rodean al tumor, reduciendo al máximo los efectos secundarios, al tiempo que garantiza una adecuada cobertura tumoral.
Teniendo en cuenta su diagnóstico, la información de la simulación y los resutados de las pruebas complementarias realizadas, su médico decidirá qué dosis administrar, el número de sesiones y la técnica radioterápica a emplear. El IMOMA cuenta con los recursos técnicos y humanos necesarios para administrar la mayoría de las modalidades de tratamiento radioterápico disponibles (radioterapia 3D, IMRT, IGRT, VMAT, radiocirugía, etc.), proporcionándole de este modo el tratamiento más adecuado para su enfermedad.
Simulación
Se realiza unos días antes de comenzar la radioterapia. Consiste en colocar al paciente en la mejor posición posible para recibir el tratamiento y conlleva la utilización de sistemas de inmovilización específicos para cada caso. Esta colocación se reproducirá en todas las sesiones de tratamiento previstas.
A continuación se lleva a cabo un TAC o un PET/TAC de planificación (optando por uno u otro en función de las necesidades concretas de cada caso), que permitirá obtener imágenes de la región anatómica con un grosor que varía entre 1 y 5 mm. Sobre estas imágenes se realizará el diseño del tratamiento empleando sistemas informáticos denominados planificadores.
Planificación y dosimetría
Los datos de la simulación se transfieren al planificador. Se realiza una reconstrucción tridimensional de las imágenes del TAC y se contornean los volúmenes a tratar y los orgános sanos a proteger, ayudados por aquellas técnicas de imagen complementarias que se consideren necesarias (RM, angiografía, PET, etc.). Su médico decidirá cuál es la dosimetría más adecuada en cada caso, de manera totalmente personalizada. Posteriormente se realizan los controles de calidad para verificar el tratamiento.
El acelerador lineal TrueBeamTM STx powered by Novalis® permite administrar la radiación con una rapidez sin precedentes, con la consiguiente comodidad y seguridad para el paciente. Tratamientos de 45 minutos de duración con equipos convencionales pueden realizarse en 2 minutos con la tecnología disponible en el IMOMA.