Las pruebas genéticas proactivas ofrecen a los adultos sanos sin antecedentes personales o familiares de enfermedad una oportunidad para aprender cómo sus genes podrían afectar su salud. IMOMA ofrece esta prueba que analiza hasta 147 genes que son indicadores bien establecidos de un riesgo significativamente mayor de desarrollar cánceres hereditarios, afecciones cardiovasculares y otros trastornos médicamente importantes.